Por Armando J.
Urdaneta M.(*), 21/01/2013
En la actualidad
nuestro país se encuentra al borde de una severa crisis económica como
consecuencia de una política fiscal y monetaria expansiva por parte del
gobierno nacional, donde el gasto del consumo final del gobierno, medido
a precios constantes tomando como base el año 1997, fue en números redondos
5.502 millones de Bs F (Bs) en 1998, y al cierre de 2012 se estimaron en Bs
10.146 millones, es decir, se observó un crecimiento de 84,4% mientras los ingresos por impuestos netos sobre los
productos fue de Bs 3.065 millones en 1998, y al cierre de 2012 se estimaron en
Bs 4.664 millones, es decir un crecimiento de 52,2%… eso se traduce en una
ampliación de la brecha fiscal entre gastos e ingresos fiscales que pasaron de
79,5% en 1998 a 117,6% al cierre de 2012, según estimaciones del Banco Central
de Venezuela (BCV). Debe tenerse en cuenta que estos dos parámetros se
consideran fundamentales para medir la política fiscal de un gobierno, en el
marco de la oferta y la demanda global de la economía.
Por otra parte la
política monetaria utilizada para financiar precisamente este gasto fiscal ha
sido de crecimiento exponencial, en cuanto a su base monetaria, me refiero a la
cantidad total de billetes y monedas emitidos por el BCV en poder del público y
depósitos no generadores de intereses mantenido por las instituciones
financieras públicas o privadas en el Central. Eso también se conoce con el
nombre de dinero de alta potencia o dinero primario o pasivos monetarios
del Banco Central, y este parámetro pasó de Bs 3.717 millones en 1998 a Bs
246.739 millones al cierre de 2012, lo cual representa un incremento de
6.537,6%. Igualmente la liquidez monetaria, conocida como el agregado
monetario compuesto por monedas, billetes y depósitos en cuenta corriente en
poder del público, también denominado circulante, que se utiliza directamente
en las transacciones por lo que se le denomina dinero transaccional, más los
depósitos de ahorro, a plazo entre otros, pasó de Bs 10.622 millones en
1998 a Bs 678.307 al cierre de 2012, evidenciando un incremento de 6.286,1%.
Ahora bien, el
exceso de liquidez anteriormente descrito no ha tenido como elementos de
contrapartida un crecimiento equivalente de la actividad económica, la cual
apenas ha sido del 47,1% entre los años 1999 y 2012, así como tampoco de las
reservas internacionales las cuales muestran un crecimiento de 101,6% en el
mismo periodo. Ello indica que con la tasa de cambio actual de 4,3 Bs/$ y el
volumen registrado de reservas internacionales sólo se pueden respaldar el 52%
de la base monetaria y el 19% de la liquidez monetaria… situación a partir de
la cual formularemos los planteamientos de los posibles escenarios a presentarse,
basados en cálculos econométricos: El primero escenario calculado sería de 8,25 Bs/$ para respaldar el 100% de
la base monetaria (así como el 36,4% de la liquidez), y el
segundo sería de 22,7
Bs/$ para respaldar el 100% de la liquidez monetaria. Cualquier
situación intermedia es menos traumática para la economía nacional que seguir
avanzando con la situación deficitaria actual.
El segundo
escenario sería el ideal desde el punto de vista económico, pero desataría un
proceso hiper-inflacionario con un alto costo político y social para el país y
por supuesto, para el gobierno; razón por lo cual mi recomendación sería asumir
el primer escenario donde esos impactos serían menores en Venezuela, sobre todo
desde el punto de vista inflacionario y en consecuencia, social.
*Armando J. Urdaneta
Montiel es Ingeniero en computación, con Maestría en gerencia empresarial y
telemática; Diplomado en gerencia de proyectos de ingeniería y Doctorado en
ciencias gerenciales. Profesor invitado de la Facultad de Ciencias Económicas y
Sociales de La Universidad del Zulia.
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